Preparar té verde con agua caliente es algo sencillo (y mucho más apetecible durante los meses fríos), pero hay dos factores muy importantes que debes tener en cuenta para no arruinar tu infusión: la temperatura del agua y el tiempo que dejas infusionar las hojas.

Cuando preparas té en frío estas variables desaparecen, de modo que es casi imposible hacerlo mal. Lo único que necesitas es tiempo.

Además, el té resultante es más suave y menos astringente, pero... ¿qué ocurre con los antioxidantes?

Té verde en frío: mejor sabor y... ¿más antioxidantes?

Antes de nada, déjame decirte que el té verde infusionado en agua en caliente sigue siendo una opción fantástica para disfrutar de esta bebida de la longevidad, rica en un sinfín de compuestos antioxidantes beneficiosos para ti. No pienses que lo has estado haciendo mal todo este tiempo, ¿de acuerdo? Al fin y al cabo, la infusión en caliente es el método tradicional, y por algo será.

Además, en invierno no apetece nada un té frío, ni resulta siempre práctico tener que esperar tantas horas para que el té esté listo.

Dicho esto, el té verde infusionado en frío tiene algunas ventajas que pueden ser interesantes para ti.

Diferencias del té verde preparado en frío respecto al tradicional en caliente

Tiene ventajas y desventajas, según se mire:

  • El té elaborado en frío tiene menos cafeína que el té extraído en caliente: el uso de agua fría extrae menos cafeína de las hojas. La cafeína es un compuesto excitante que tiene sus propiedades interesantes a nivel de rendimiento físico y cognitivo, pero que en exceso puede alterarte demasiado, o perturbar el descanso nocturno. Si es tu caso, un poquito menos de cafeína puede ser interesante para ti. Ten en cuenta, de todos modos, que lo mejor es no tomar bebidas con cafeína más allá de las 12 h del mediodía.
     
  • El té elaborado en frío es menos amargo que el té preparado en caliente: el té preparado en frío libera menos taninos en la infusión, lo que hace que el té sea menos amargo. Notarás enseguida que el sabor del té verde en frío es mucho más suave.
     
  • El té elaborado en frío es muy fácil de preparar: no tienes que medir la temperatura del agua ni hacer nada especial.
     
  • El té verde elaborado en frío requiere de cierta planificación, el té verde en caliente se prepara al momento.
     
  • El té verde elaborado en frío necesita más hojas de té por ml de agua.

¿Y qué ocurre con los antioxidantes?

El té verde elaborado en frío es capaz de extraer los mismos antioxidantes del té que el elaborado en caliente, incluso un poco más, en función del compuesto analizado.

De hecho, el té verde infusionado en caliente es capaz de extraer una gran cantidad de antioxidantes, pero si nos excedemos con la temperatura del agua o el tiempo de infusión, esos antioxidantes pueden degradarse.

Sin embargo, la infusión en frío, al implicar más tiempo de contacto entre el agua y las hojas, pero eliminar el factor temperatura, es capaz de extraer una cantidad muy similar de antioxidantes, incluso ligeramente superior.

Por ejemplo, la cantidad de EGCG* en caliente es de unos 4.09 mg/g de hoja, vs. 4.13 en el caso de la infusión en frío.

*EGCG (galato de epigalocatequina) es uno de los compuestos más interesantes del té verde, con un gran poder antioxidante y antiinflamatorio.

¡Pero existe un tercer método de infusión! Y este es capaz de extraer todavía más antioxidantes del té...

Té verde infusionado en caliente + hielo

Un grupo de investigadores realizó un estudio sobre los compuestos del té infusionado de tres maneras distintas:

  • En caliente, con agua a 75-80 º C
  • En frío, con agua a 4 º C
  • En caliente, con agua a 75-80 º C, pero añadiendo hielo al cabo de los minutos de infusión que requería cada té, entre 3 y 5 minutos, y una vez filtradas las hojas

Si bien utilizaron cantidades muy distintas de hojas por ml de agua, la cantidad de antioxidantes final fue valorada por g de hoja y no por taza de la infusión resultante.

Este último método, el de agua caliente + hielo, fue capaz de extraer más antioxidantes del té verde que los dos anteriores: 7.36 mg/g de hoja de EGCG vs. los 4.09 y 4.13 de las infusiones en caliente y en frío respectivamente.

También un poco más de cafeína, cuidado.

La extracción en caliente es un método rápido y efectivo para extraer los compuestos del té. Al añadir hielo al cabo de pocos minutos, lo que se logra es frenar la degradación de los antioxidantes por acción del calor.

Ocurrió algo similar con el té negro, aunque tiene una cantidad de EGCG muy inferior. Sin embargo, el té Oloong tenía más EGCG tras la infusión en frío que en caliente + hielo.

Entonces, ¿cómo preparo el té?

¡De las tres maneras!

Decide en función de:

  1. Lo que te apetezca
  2. La época del año
  3. El tiempo del que dispongas
  4. Si tienes o no hielo en el congelador

Los tres métodos están bien y el té verde seguirá siendo maravilloso para ti. Tan solo recuerda...

  • Consúmelo solamente por la mañana, procura no tomarlo más allá de las 12 h del mediodía. El té verde está genial, pero dormir es más importante.
  • Separa el té verde 1 hora de las comidas. Tiene algunos compuestos que podrían bloquear la absorción de vitaminas de los alimentos. Yo lo tomo 1 hora o 1 hora y media después de desayunar.

¿Qué tipo de té puedo utilizar?

Lo ideal es utilizar un té verde ecológico en hoja suelta, puesto que el sabor se distribuirá mucho mejor en el agua.

Si utilizas un té verde en bolsitas, abre las bolsitas y utiliza solamente las hojas.

Mis variedades favoritas para infusionar en frío son Sencha, Gunpowder, Oolong, Gyokuro o Longjing.

También puedes hacerlo con matcha, pero en ese caso la cantidad de té que debes añadir es distinta, con 1 cucharadita por cada 750 ml - 1 litro de agua será suficiente.

Por supuesto también puedes probar a infusionar té blanco, rojo o negro, incluso añadir especias a tu gusto.

Té verde en frío

 Raciones: 4

 Preparación: 5 '

 Cocción: 2 '

 Total: 7 '

Ingredientes

  • 2 cucharadas de hojas de té verde: Sencha, Oolong, Gunpowder, etc. 1 cucharadita si usas Matcha.
  • 1 litro de agua fría o a temperatura ambiente

Instrucciones

  1. Coloca las hojas de té en un tarro o botella de cristal. También puedes usar una botella o jarra con filtro para infusionar.
  2. Vierte el agua y ajusta la tapa.
  3. Mete el tarro o la botella en la nevera durante un mínimo de 6-8 horas. El tiempo ideal es unas 12 horas. Yo suelo prepararlo por la noche, de un día para el otro. En caso de usar matcha, la infusión está lista casi al momento, porque al beberla consumes la hoja pulverizada, pero puedes esperar 1 o 2 horas para que el agua se enfríe (o añadir hielo).
  4. Pasado el tiempo, puedes filtrar todo el té o solo la cantidad que quieras tomar. Yo utilizo un colador pequeño. Si has utilizado Matcha, remueve antes de servir.
  5. Si quieres puedes reaprovechar las mismas hojas de té para preparar una segunda tanda de té, teniendo en cuenta que el sabor será más suave. También puedes añadir medio litro de agua en lugar de un litro entero.
  6. Conserva el té en la nevera durante unos 3 días. Es preferible que prepares menos cantidad si no la vas a consumir.
  7. Si te apetece caliente, puedes calentarlo un poco antes de tomarlo.

Guía del Ratio té/agua para distintas cantidades

  • 1 cucharadita de té o 1 bolsita → 250 ml de agua
  • 1 cucharada de té o 2 bolsitas → 500 ml de agua
  • 2 cucharadas de té o 4 bolsitas → 1 litro de agua