Tengo una relación de amor/odio con los lácteos: yo los amo y ellos me odian. Por eso he tenido que buscarme la vida hasta dar con algunas recetas de yogures y quesos sin lácteos más que satisfactorias, como el yogur de leche de coco o el queso fermentado de anacardos que encontrarás aquí.

Si tú también pasas de lácteos pero no quieres renunciar a ese saborcito, ¡echa un vistazo!