Esta salsa de queso de anacardos sin lácteos va bien con todo: unos palitos de pepino o zanahoria, unos crackers de trigo sarraceno, unos espaguetis de calabacín, ...

Si dejas los anacardos en remojo un par de horas será más fácil triturarlos, pero no es imprescindible, es decir, que si decides ahora mismo que necesitas esta salsa y tienes todos los ingredientes, hazla. Lo que sí puede ocurrir si no los remojas es que la salsa se espese porque los anacardos absorben el agua de la receta. En cambio si ya están remojados no absorberán más agua y la textura no cambiará tanto.

Con estas cantidades sale un montón de salsa, yo la reparto en botes pequeños y la meto en el congelador. Al descongelarla está igual de rica. Si prefieres hacer menos divide las cantidades entre dos, pero en general cualquier batidora tritura mejor si hay más cantidad, tenlo en cuenta.

Levadura nutricional

La levadura nutricional no es lo mismo que la levadura química o de panadería. Se trata de una levadura inactiva en forma de copos que no aporta demasiado nutricionalmente hablando, porque se consume en pocas cantidades, pero que tiene un saborcito a queso bastante peculiar. A mí me sabe a Cheetos.

Queda genial en cualquier salsa tipo pesto para sustituir al parmesano. También la uso para hacer chips de kale, vinagreta de mostaza, parmesano sin lácteos, en algunas cremas de verduras, para ‘gratinar’ algunas recetas si prefiero evitar el queso, etc.

Cuidado porque no es lo mismo que la levadura de cerveza, aunque el aspecto sea idéntico.

Salsa de queso de anacardos

 Raciones: 500 g aprox.

 Preparación: 10 '

 Cocción: -

 Total: 10 '

Ingredientes

  • 2 tazas de anacardos, unos 300 g
  • 1 taza de agua, 250 ml + el agua necesaria para remojar los anacardos
  • ¼ de taza de zumo de limón, 60 ml
  • ¼ de taza de levadura nutricional, unos 15 g
  • 1 cucharadita de sal
  • 2 cucharaditas de ajo en polvo o 1 diente de ajo pelado

Instrucciones

  1. Coloca los anacardos en un bol grande y cúbrelos con agua. Déjalos en remojo durante 1 o 2 horas. Descarta el agua y enjuágalos bajo el grifo.
  2. Introduce todos los ingredientes en una batidora o procesador de alimentos y tritura hasta lograr la consistencia que prefieras.
  3. Se conserva en la nevera durante una semana. También se puede congelar, que es lo que yo suelo hacer, repartiéndola en botes pequeños.