Antes de que nuestra afición al yogur casero de leche de coco haga un agujero en nuestras finanzas (la leche de coco de lata es casi un bien de lujo), he decidido hacer en casa la leche de coco que utilizo como base.

Leche de coco casera

Nada de abrir cocos a martillazos, sólo necesitarás:

En estos dos tarros que tan amablemente te muestra Albert (qué manos, ash…) puedes ver el yogur ya fermentado y refrigerado. La proporción de parte acuosa es distinta porque para preparar la leche usé cantidades distintas de coco rallado.

  • Tarro de la izquierda: 1 taza de coco rallado por 2 tazas de agua.
  • Tarro de la derecha: 2 tazas de coco rallado por 2 tazas de agua.

Si crees que un término medio sería lo ideal, la proporción será de 1 taza y media de coco rallado por 2 tazas de agua.

Utilizo unas tazas medidoras, que son la cosa más práctica del mundo, pero si no tienes unas a mano, usa un vaso de agua para calcular las proporciones: 1 vaso de coco por 2 vasos de agua, etc. (2 tazas de agua = 473,18 ml)

Instrucciones

  1. Pon el coco rallado y el agua en un bol y déjalo en remojo durante un par de horas.
  2. Pasado el tiempo, tritura en la batidora durante un par de minutos.
  3. Filtra con la ayuda de la bolsa.
  4. Si vas a hacer yogur, añade los probióticos y deja el tarro a temperatura ambiente durante 24 horas. Si tienes dudas sobre este proceso lee este post.