No soy yo mucho de hacer conservas pero no puedo permitir que la cantidad ingente de albahaca que tengo en el huerto se eche a perder así que… ¡pesto para congelar!

Esta es la receta de pesto de kale que tengo aquí en la web, pero usando solamente albahaca en lugar de kale y albahaca.

Si no tienes tanta albahaca y quieres hacer la versión con kale o rúcula o diente de león o lechuga o espinacas, usa 1 taza de hoja verde + ½ taza de albahaca fresca, algo más si tienes pero esa es la cantidad mínima para que sepa a pesto.

¿Blanquear o no blanquear las hojas antes de hacer el pesto? Yo creo que no merece la pena, el color es casi idéntico y la albahaca pierde sabor, así que yo omito ese paso.

Pesto para congelar

 Raciones: 350 ml aproximadamente

 Preparación: 10 '

 Cocción: -

 Total: 10 '

Ingredientes

  • 2 tazas de albahaca fresca lavada y escurrida pero sin secar, un poco de agua le irá bien al pesto
  • ½ taza de aceite de oliva, 125 ml
  • ½ de taza de anacardos o nueces o almendras o pipas de girasol o pipas de calabaza o una mezcla de todo lo anterior
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 cucharada de levadura nutricional o queso parmesano si consumes lácteos
  • 2 dientes de ajo
  • ½ cucharadita de sal

Instrucciones

  1. Introduce todos los ingredientes en una batidora o procesador de alimentos y tritura hasta lograr la consistencia que prefieras.
  2. Guárdalo en la nevera un máximo de 5 o 6 días o en el congelador hasta un año.
  3. Si lo vas a congelar, coloca el pesto en recipientes de distinto tamaño (100 ml, 200 ml) para que puedas descongelar la cantidad que necesites según la ocasión. Recuerda que si congelas tarros de cristal no deben tener ‘hombros’ para evitar que se rompan. También puedes congelarlo en cubiteras o moldes de silicona y después desmoldar el pesto y guardarlo en una bolsa o recipiente en el congelador.
  4. Cuando tengas el tarro lleno, añade por encima del pesto una capa de aceite de oliva para sellarlo y evitar que con los meses la superficie se ponga marrón.