El aceite de albahaca es perfecto para darle sabor a un montón de platos con la aromática por excelencia del verano.

Mi umbral de tolerancia a la albahaca está por las nubes, así que yo le pondría este aceite a mil recetas: a una ensalada de tomate y queso feta, a un salmón al horno, a un pollo a la plancha, a unas berenjenas asadas, a unos espaguetis de calabacín, a unos mejillones al vapor..., ¿sigo?

Aceite de albahaca

 Raciones: Unos 125 ml

 Preparación: 5 '

 Cocción: -

 Total: 5 '

Ingredientes

  • 1 taza de hojas de albahaca fresca, unos 25 g (si usas la taza para medir, aprieta las hojas)
  • 1/2 taza de aceite de oliva virgen extra, 125 ml
  • 1 diente de ajo
  • Una pizca de sal

Instrucciones

  1. Lava las hojas de albahaca bajo el grifo con la ayuda de un colador y sacude el exceso de agua.
  2. Coloca la albahaca, la sal y el diente de ajo en un procesador de alimentos y tritura. Quizá tengas que detenerlo un par de veces para bajar las hojas que se suban a las paredes de la cubeta. La idea no es triturar las hojas por completo, sino romperlas, formando una pasta espesa con el ajo.
  3. Con el procesador parado, añade el aceite de oliva sobre la albahaca y pulsa 1 o 2 veces. Se trata de combinarlo pero no de triturarlo. Si lo trituras demasiado se volverá de un color blanquecino y no será exactamente aceite de albahaca, sino albahaca triturada con aceite, que está bien, pero no es la idea de esta receta. Si quieres puedes incluso añadir el aceite y mezclarlo con una cuchara, dejando que se infusione sin usar las cuchillas del procesador.
  4. Pasa la mezcla a un tarro de cristal con tapa.
  5. Puedes utilizarlo así o colarlo para separar las hojas de albahaca y usar solamente el aceite.
  6. Se conserva en la nevera unos 3 o 4 días, puede que más, valóralo tú. Es normal que una vez frío el aceite solidifique. Saca el tarro de la nevera 15-20 minutos antes de usarlo para que recupere su consistencia.

Aceite de albahaca