Si piensas que los tomates ya no saben a nada, aquí tienes algunos trucos que quizá te ayuden a reconciliarte con ellos.
3 Consejos fáciles para disfrutar de tomates que saben a tomate
1. Compra tomates ecológicos porque es garantía de tomates madurados al sol
Los tomates son difíciles de transportar sin que se dañen, por eso en la agricultura convencional se suelen cosechar verdes, justo cuando el color rojo empieza a asomar pero el tomate está aún duro, es decir, transportable.
El tomate se volverá de un rojo aceptable a ojos del consumidor, (muy) probablemente pasando por una cámara de etileno, pero el sabor no tendrá nada que ver con el de un tomate madurado al sol.
Esta práctica no está permitida en la agricultura ecológica, por eso los tomates que le compres a tu agricultor local de confianza estarán siempre más buenos, sin entrar en todos los pesticidas y herbicidas que te vas a ahorrar.
2. No guardes los tomates en la nevera
Los tomates pierden su sabor y aroma por debajo de los 10 º C.
Busca un lugar fresco en la cocina y si hace falta coloca por encima una malla o tela de quesero para que no se acerque la mosca de la fruta.
3. Compra solo los tomates que vayas a consumir en los próximos días
Y si se empiezan a poner feos, preparara con ellos una buena salsa de tomate casera y envásala o congélala.
La cocción transforma el licopeno del tomate, haciéndolo más fácil de absorber, así que no pienses que es una pena cocinarlos porque no lo es.
También puedes deshidratarlos al sol, en el horno o en un deshidratador de alimentos (este es el método más fácil e infalible). Los tomates secos son una auténtica delicia.
Los mejores tomates van a ser siempre los que cultives tú en tu huerto, pero si eso no es una posibilidad, busca un agricultor ecológico en tu zona y vuelve a disfrutar de tomates que saben a tomate.
¿Y qué pasa con los tomates verdes?
Los tomates verdes son preciosos, eso es innegable, pero no son comestibles, de hecho, son tóxicos.
Los tomates verdes son extremadamente ricos en una sustancia tóxica llamada solanina, y el calor de la cocción, en caso de que hicieras con ellos uno de esos chutneys que están tan de moda, no es suficiente para eliminarla.
No los comas, no merece la pena.