Si ya haces tu pan de trigo sarraceno hasta con los ojos cerrados, prueba esta variación y te saldrá un pan coloradito y con sabor a queso y orégano. Sin ponerle queso, claro. Vamos, que si quieres se lo pones, pero el queso y yo tenemos una relación de amor odio - yo lo amo y él me odia - así que prefiero dosificarlo.

Sigue la receta como siempre (la tienes en este enlace) y en el momento de triturar el trigo sarraceno con el agua y la sal, añade además:

  • 1 cucharada de orégano
  • 2 cucharadas de levadura nutricional
  • 10-12 tomates secos

El resto del proceso (psyllium, fermentación y horno) queda igual.

*La levadura nutricional no tiene nada que ver con la levadura química que se usa en panes y pasteles. No hará que el pan suba, eso lo logra la fermentación. Su sabor recuerda al del queso - según lo exigente que seas aquí tendrás que poner algo de imaginación de tu parte -. La puedes comprar en cualquier tienda de alimentación sana, herboristería, etc.