La salsa de tomate casera es infinitamente más buena que la que puedas comprar. Quizá sea porque al probarla sabes que le has dedicado tiempo y cariño, y eso se nota.

Personalízala a tu gusto con tus aromáticas preferidas y úsala a discreción para acompañar unas albóndigas, un bacalao, unos espagueti de calabacín, un arroz de coliflor, ... También puedes hacer como mi hermana y decidir que la salsa de tomate debería ser un plato en sí mismo: ella se la come a cucharadas.

Salsa de tomate casera

 Raciones: 1 litro

 Preparación: 10 '

 Cocción: 40 '

 Total: 50 '

Ingredientes

  • Si es temporada de tomates, 2 kg de tomates maduros. Si no es temporada de tomates o no los tienes a mano, 2 tarros de tomate entero o triturado natural (100% tomate preferiblemente, sin azúcar ni sal ni conservantes)
  • 1 cebolla grande o 2 medianas, unos 275 g
  • 2 cucharadas de aceite de oliva, 30 ml
  • 1 diente de ajo prensado o entre ½ y ¼ de cucharadita de ajo en polvo, al gusto
  • ½ cucharadita de sal, 4 g
  • ½ cucharadita de tu aromática favorita (seca): orégano, albahaca, tomillo, romero, etc. Esto es opcional.

Instrucciones

  1. Si vas a utilizar tomates enteros, lávalos bajo el grifo, retira el tallo y mételos en una batidora de vaso. Tritura hasta que no queden trozos grandes. Si tu batidora es potente no necesitarás pelarlos ni retirar las semillas. Si no es el caso quizá prefieras hacerlo.
  2. Calienta el aceite en una sartén amplia a fuego lento.
  3. Pela y pica la cebolla bien fina.
  4. Añade la cebolla a la sartén, sube un poco el fuego y remueve. Cocínala durante unos 5 minutos hasta que empiece a dorarse.
  5. Añade el tomate a la sartén y remueve.
  6. Añade la sal, el ajo y las especias.
  7. Coloca una tapa sobre la sartén pero que no tape del todo, deja una rendija para que se vaya evaporando el agua de la salsa de tomate.
  8. Cocina a fuego lento durante 35-40 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se queme.
  9. Apaga el fuego, deja enfriar un poco y envasa en tarros de cristal. Se conserva en la nevera unos 5 días y en el congelador hasta 6 meses.
  10. Si prefieres que tu salsa quede más fina (sin los trocitos de cebolla), tritúrala en una batidora de vaso antes de envasarla.