Queso fermentado sin lácteos de nueces de macadamia con ajo y pimienta, ¡yeah! Suena ostentoso pero es que no es para menos: está buenísimo.

Úntalo sobre una tostada de pan de trigo sarraceno o córtalo en dados y añádelo a una ensalada, te encantará.

Queso de nueces de macadamia fermentado

 Raciones: Un queso de 200 g

 Preparación: 30 h 30 '

 Cocción: -

 Total: 30 h 30 '

Ingredientes

  • 200 g de nueces de macadamia
  • 2 cápsulas de un probiótico de calidad (debe contener lactobacilos y bifidobacterias)
  • 5-8 cucharadas de agua, puede que más
  • 1 cucharada de levadura nutricional
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • 1 cucharadita de vinagre de manzana
  • ½ cucharadita de sal
  • ¼ de cucharadita de ajo deshidratado en polvo
  • Opcional: una pizca de pimienta negra u otras hierbas o especias

Instrucciones

  1. Remoja las nueces de macadamia entre 2 y 6 horas.
  2. Pasado el tiempo, enjuágalas bajo el grifo y ponlas en un procesador de alimentos.
  3. Añade 5 cucharadas de agua y empieza a triturar. Tendrás que parar el procesador varias veces para bajar los restos que se adhieran a las paredes.
  4. Deberías obtener una pasta espesa y cremosa. Añade más agua si es preciso, cucharada a cucharada para no pasarte. No debe quedar una masa demasiado líquida, pero si no hay suficiente agua quedarán trocitos de nuez, que tampoco es un problema, pero hay que tenerlo en cuenta. La cantidad de agua también depende de la fuerza del procesador de alimentos.
  5. Para el procesador y añade el contenido de las dos cápsulas de probiótico. Remueve con una cuchara para que se reparta bien.
  6. Coloca un colador sobre un bol y encima del colador extiende dos o tres gasas de algodón o una tela de quesero.
  7. Vierte la masa sobre las gasas. Entonces toma con cuidado los extremos de las gasas y forma un pequeño hatillo.
  8. Anuda el hatillo con un cordel y pasa el mango de una cuchara por el nudo. Reposa la cuchara sobre un tarro, de modo que el hatillo quede dentro colgando, sin tocar el fondo del tarro. Así irá perdiendo el exceso de agua.
  9. Deja el queso filtrando a temperatura ambiente durante 24 horas en la encimera de la cocina para que los probióticos inicien el proceso de fermentación.
  10. Pasadas las 24 horas, abre el hatillo y pasa el contenido a un bol.
  11. Añade a la mezcla la sal, el ajo en polvo, el vinagre, el zumo de limón, la levadura nutricional y la pimienta o hierbas y especias con las que quieras aromatizar tu queso. Puedes integrarlo todo con una espátula o triturar de nuevo la mezcla brevemente.
  12. Coloca la masa en un táper redondo o utiliza un aro para darle forma. Guarda el queso en la nevera y deja que prosiga el proceso de fermentación de 4 a 7 días.
  13. Consérvalo en la nevera unas dos semanas.