El año pasado sembré 3 plantas de cucamelon solamente por el placer de ver crecer a esas adorables sandías ratón, y es que son una monada, dan poco trabajo y muchos frutos, ¿qué más se puede pedir?

Cucamelon, sandía ratón o pepinillo agrio mexicano

El cucamelon (Melothria scabra si el latín es lo tuyo) es una cucurbitácea, como el melón, la sandía, el pepino, la calabaza o el calabacín.

Se come entero y con piel, es crujiente y el interior es blanco con bastantes semillas. Sabe a pepino con un toque de lima. Está bueno con aceite y sal, encurtido en vinagre o en la ensalada.

La planta no es excesivamente grande si se guía el crecimiento hacia arriba, y sí bastante fructífera, así que ya tengas un pequeño balcón, un huerto urbano en tu terraza o un auténtico latifundio, cultivar tus propios cucamelons está en tu mano.

¿Puedo cultivarlo dentro de casa? Mmm... lo dudo. Las cucurbitáceas necesitan sol directo y el cucamelon no es una excepción, así que si no tienes como mínimo un balconcito es mejor que te dediques a las aromáticas.

Sandía ratón o cucamelon

Semillas

Todavía no he visto plantel de cucamelon a la venta, supongo que es cuestión de tiempo. Por ahora tendrás que comprar semillas y sembrarlas en casa. No es complicado, aunque sí algo más lento de lo que cabría esperar tratándose de una cucurbitácea.

Puedes comprar tus semillas de cucamelon en estas tiendas online. Yo he comprado alguna vez en las dos primeras y son de fiar, las otras son de por aquí y tampoco tienen mala pinta.

Para encontrar las semillas utiliza el buscador de estas tiendas. En alguna están catalogadas por el nombre en latín, en otras por cucamelon y en otras por sandía ratón. No pongo enlaces directos por si cambiaran en el futuro.

siembra

Siembra las semillas en un tiesto pequeño (unos 5 centímetros de diámetro) entre febrero y abril (hemisferio norte).

Utiliza sustrato para semilleros y entierra dos semillas en cada tiesto, a aproximadamente 1 centímetro de profundidad. Ponemos dos semillas por si alguna no estuviera en buen estado y fracasara.

Coloca el tiesto junto a una ventana soleada y mantén el substrato húmedo. Lo mejor es que uses un spray para regarlo para no remover demasiado la tierra, especialmente durante los primeros días.

La germinación puede tardar hasta 3 semanas, no desesperes. El crecimiento inicial de la planta es también lento.

Estas macetitas de fibra biodegradable son prácticas porque una vez se ha desarrollado la planta, se pueden colocar directamente en el substrato de la maceta definitiva sin perturbar a las raíces. El material se descompone en el propio substrato y la planta sufre menos durante el trasplante.

Cuando la planta desarrolle su segundo par de hojas verdaderas, elimina el brote más débil del tiesto (en caso de que hayan germinado las dos semillas). Esto da mucha lástima pero hay que hacerlo, sé fuerte.

Trasplante

Cuando la planta mida entre 10 y 15 centímetros y ya no haya riesgo de heladas nocturnas, trasplántala a su maceta o contenedor definitivo.

Si todavía hay mucha diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de casa, puede ser buena idea antes del trasplante 'acostumbrar' a la planta al exterior, dejándola fuera durante el día y dentro por la noche durante una semana.

El contenedor definitivo al que trasplantes tu cucamelon debería tener unos 30 centímetros de diámetro y otros tantos de profundidad para que la planta pueda desarrollarse plenamente. Si vas a colocar más de una planta en el mismo contenedor ten en cuenta que entre ellas debería haber una distancia de 30-40 centímetros (esto es lo que se conoce como marco de plantación).

Utiliza un substrato para huerto urbano. A mí me gusta añadirle un extra de humus de lombriz (10 %) y algo de perlita (20 %) para mejorar el drenaje.

Riego

Riega con frecuencia pero sin encharcar. Hazlo a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde para limitar la evaporación y el shock térmico del agua fría sobre las raíces calientes. Si tienes instalado un sistema de riego automático mejor aun.

Es probable que en pleno verano tengas que regar cada día, cada dos días durante la primavera.

De todos modos el riego dependerá del contenedor o maceta en el que esté la planta: tamaño, material, etc. También de las horas de sol que reciba la planta y su exposición al viento. Si ves que el substrato sigue empapado, espera antes de volver a regar o las raíces podrían pudrirse.

Crecimiento

La planta del cucamelon es trepadora o rastrera. Lo más práctico es guiar su crecimiento hacia arriba con un tutor o unas varas en forma de tipi para que pueda subir agarrándose con sus zarcillos. Te recomiendo que el tutor mida al menos 1,80 metros y lo coloques al mismo tiempo que trasplantas la planta, así no molestarás a las raíces colocándolo más tarde.

El cucamelon produce flores hembra y flores macho de color amarillo que dependen de la polinización para formar el fruto, así que si colocas cerca de tu planta un par de macetas con flores apetitosas para las abejas incrementarás la producción. Dos buenas opciones son la capuchina y la caléndula.

La planta puede alcanzar los 2,5 metros de altura pero realmente no es necesario dejarla crecer tanto, puesto que consume energía en las ramas en lugar de en los frutos. Lo mejor es que cortes el extremo de la rama principal cuando mida unos dos metros (o llegue al límite del tutor), así como las ramas laterales que superen los 50 centímetros. Esto hará que la planta crezca más frondosa y forme más flores que con suerte se transformarán en frutos.

Abono

Las cucurbitáceas son voraces y en aproximadamente un mes la planta habrá agotado los nutrientes del substrato. Fertiliza cada dos semanas con un abono orgánico líquido para tomates diluído en el agua de riego según las indicaciones del fabricante. El abono para tomates suele ser el mismo que el de pepinos y calabacines. Verás que lo indica en la etiqueta pero de todos modos verifícalo.

También puedes usar humus de lombriz para reponer los nutrientes que va perdiendo el sustrato.

Cosecha

Cuando el fruto alcance el tamaño de una uva es el momento de cosecharlo. Arráncalo con cuidado de no dañar la planta o utiliza unas tijeras pequeñas. Cosecha con frecuencia para que la planta siga produciendo más frutos.

Consume los frutos cuanto antes una vez cosechados. A partir de las 24 horas la piel empieza a arrugarse y la textura es menos crujiente.

También puedes encurtirlos en una salmuera de agua, vinagre de manzana y sal (1 taza, 1/4 de taza y una cucharada respectivamente), en ese caso se conservarán durante más tiempo.

tubérculo

El cucamelon tiene la particularidad de formar bajo tierra una especie de tubérculo blanco. Si lo mantienes durante el invierno, la planta brotará con más vigor en la primavera siguiente y no tardará tanto en crecer como en la siembra desde semilla.

Yo el año pasado desenterré los tubérculos pero no supe conservarlos bien. Sin embargo hay quien recomienda simplemente dejarlos en la tierra. Es decir, cortar la parte aérea de la planta pero mantener los tubérculos enterrados y a cobijo en el interior. Probablemente es lo que haga este año.

Conservación de semillas

Otra buena idea para no tener que comprar semillas cada año es conservar semillas de tu propia planta.

Si has cultivado varias plantas elige una que haya sido especialmente productiva, selecciona 4 o 5 frutos bien gorditos y márcalos con un cordel atado a la rama para saber que esos son para semilla y nos los tienes que cosechar.

Deja que maduren en la planta más tiempo de la cuenta para que las semillas del interior se desarrollen del todo. Coséchalos cuando empiecen a amarillear, es posible incluso que caigan por su propio peso.

Abre los frutos con cuidado con la ayuda de un cuchillo, intentando no clavarlo hasta el centro para no dañar las semillas. Extrae las semillas y colócalas en un vaso. Añade dos dedos de agua al vaso y ponlo en un lugar oscuro durante 4 o 5 días para que fermenten. De este modo se elimina la cápsula gelatinosa que envuelve a cada semilla. Es posible que se empiece a formar moho, pero no pasa nada.

Pasados los 4 o 5 días, elimina el agua con la ayuda de un colador, enjuaga las semillas con agua fresca y déjalas escurrir un buen rato.

Extiéndelas entonces sobre un plato y colócalas junto a una ventana soleada para que se sequen. Dales la vuelta de vez en cuando. Cuando estén secas - tardarán 5 o 6 días - ya están listas para conservar en un sobrecito de papel debidamente etiquetado.