Te esfuerzas por comer sano, cuidarte, hacer ejercicio y todas esas cosas que son importantes para la salud, pero ay, es entrar en la cocina y es todo un despropósito: sartenes antiadherentes completamente rayadas, moldes pegajosos de colores y plástico por todas partes.

Lo más irónico es que sabes que tienes que cambiar esto, pero te falta la energía mental para pararte a analizar qué opciones tienes, por dónde empezar y qué demonios comprar.

Esto que te ocurre es normal, pero el asunto no es trivial.

Los utensilios de cocina pueden ser una fuente constante de exposición a tóxicos y metales pesados.

Algunos materiales, cuando se calientan, se rayan o se desgastan, pueden liberar sustancias que migran a los alimentos y, sin que lo notes, terminan acumulándose en tu organismo.

Aunque no siempre es fácil identificar el problema, los estudios han demostrado que la exposición a materiales como las películas antiadherentes, el plástico o el aluminio está relacionada con desequilibrios hormonales, problemas de fertilidad, inflamación crónica y otros riesgos para la salud, incluidos ciertos tipos de cáncer.

Es por esto que es importante decidirse a hacer cambios e invertir en materiales seguros que hayan superado la prueba del tiempo, como vidrio, hierro o acero inoxidable.

Y esto no tiene por qué ser caro ni excesivamente complicado.

Haz de tu cocina un espacio sin tóxicos

Transformar tu cocina en un espacio más seguro no consiste en tirarlo todo y empezar de cero, sino en hacer sustituciones conscientes y progresivas por materiales que sean seguros, duraderos y libres de tóxicos.

Así que no te agobies, respira profundamente y ponte manos a la obra. Verás cómo de pronto se libera un montón de espacio en tu cocina. ;)

  1. Revisa lo que tienes en casa.
  2. Elimina lo más dañado o lo que represente un riesgo.
  3. Sustitúyelo por opciones seguras a medida que lo necesites.
  4. No intentes controlar el 100 % de los tóxicos en tu entorno. Pequeños cambios pueden ser significativos y tener un gran impacto en tu salud.

Aquí tienes un listado de materiales que deberías evitar, así como alternativas para un cambio efectivo, sencillo y asequible. 

Materiales que deberías evitar

1. Sartenes y ollas con revestimiento antiadherente

El famoso teflón y otros revestimientos antiadherentes contienen PFAS, compuestos químicos que se liberan al calentarse a altas temperaturas o cuando el material presenta rayaduras. Estas sustancias son bioacumulativas, es decir, se quedan en tu cuerpo durante años y pueden afectar tu salud a nivel hormonal, metabólico y celular.

Si tienes una sartén con película antiadherente rayada, no solo está perdiendo su funcionalidad, sino que está contaminando tus alimentos. Sustituirla debería ser una prioridad. Además, el material que suele haber debajo del antiadherente es aluminio, que tampoco es buena opción.

Quizá nunca te hayas planteado la idea de cocinar sin antiadherentes, o incluso pienses que es imposible evitar que la comida se pegue, pero esto no es así. Yo llevo años haciéndolo, y aquí te explico cómo. La comodidad es importante, pero nunca debe ser a costa de tu salud.

2. Moldes de aluminio y silicona

Los moldes de aluminio son económicos, pero su uso no es recomendable debido a la naturaleza reactiva del material. Está comprobado que, al entrar en contacto con alimentos ácidos o salados, el aluminio puede liberar partículas que podrían acumularse en el organismo. La exposición prolongada a este metal tóxico se ha asociado con problemas neurológicos y ciertas enfermedades celulares.

Por otro lado, la silicona, aunque es muy práctica y popular, no está exenta de riesgos, ni siquiera la denominada de platino. Estudios han revelado que puede liberar sustancias químicas perjudiciales cuando se calienta, especialmente en presencia de grasa y calor, debido a los aditivos utilizados en su fabricación. Por muy atractivas o divertidas que parezcan sus formas, es mejor evitar su uso.

3. Recipientes de plástico para almacenar o calentar alimentos

El plástico está en todas partes, lo que dificulta evitar su empleo en la cocina. Sin embargo, este material puede liberar sustancias como BPA y ftalatos al exponerse al calor, que han demostrado tener efectos negativos en el sistema hormonal. Incluso los plásticos etiquetados como "libres de BPA" no garantizan seguridad total, ya que pueden contener otras sustancias cuestionables.

A veces será inevitable, pero muchas otras no. Valora cada caso y piensa si tienes una alternativa.

4. TABLAS DE CORTAR DE PLÁSTICO y utensilios de servir de vinilo

Las tablas de cortar de plástico ganaron popularidad hace algunos años como una alternativa más higiénica a la tradicional madera. Sin embargo, con el tiempo se ha comprobado que no son tan seguras, ya que con cada uso pueden desprenderse diminutas partículas de plástico que terminan contaminando los alimentos. 

Ocurre lo mismo con los utensilios de servir de vinilo (esos de color negro). Desprenden plástico, especialmente al utilizarlos con alimentos calientes, que es lo habitual.

En qué deberías invertir

1. Sartenes y ollas de acero inoxidable

Las sartenes de acero inoxidable son una opción ideal para cocinar sin necesidad de recubrimientos antiadherentes. Además de ser fáciles de usar y limpiar, si las cuidas adecuadamente, pueden acompañarte toda la vida. Aunque requieren aprender algunos trucos para evitar que los alimentos se peguen, una vez que los domines, no querrás volver a usar otro tipo de sartén.

En tu primera inversión serán suficientes dos sartenes: una pequeña y otra grande. No necesitas tener sartenes de todos los diámetros a menos que realmente las vayas a utilizar. 

El acero inoxidable es habitual es ollas y cazos, así que probablemente no tengas que hacer ningún cambio en ese sentido, excepto si los que tienes son de aluminio. En ese caso deberías sustituirlos. Lo mismo con coladores, escurridores y otros utensilios similares.

Dicho esto, es normal que las sartenes y ollas de acero inoxidable tengan un núcleo de aluminio. Está ahí porque es ligero y transmite bien el calor, pero nunca jamás saldrá a la superfície.

2. Hierro esmaltado, hierro mineral o hierro fundido

Las ollas y sartenes de hierro esmaltado son una de mis opciones favoritas para cocinar. No contienen revestimientos antiadherentes, no liberan metales y son aptas para el lavavajillas. Además, no requieren curado previo al primer uso ni engrasado tras la limpieza, lo que las hace muy prácticas.

Por otro lado, el hierro mineral es otra buena alternativa, pero exige un mantenimiento específico. Estas sartenes deben curarse antes del primer uso y engrasarse después de cada utilización. Además, es importante tener en cuenta que pueden liberar pequeñas cantidades de hierro y no son adecuadas para preparar alimentos ácidos. Puedes encontrar más detalles sobre este tema aquí.

Las sartenes de hierro fundido tienen una apariencia similar a las de hierro esmaltado, pero requieren los mismos cuidados que las sartenes de hierro mineral. Aunque muchas vienen precuradas, es necesario curarlas antes del primer uso y engrasarlas tras cada limpieza. Si deseas profundizar en las diferencias entre el hierro esmaltado, mineral y fundido, puedes ampliar la información aquí..

Si decides optar por una sartén de hierro esmaltado tendrás que invertir un poco más, pero te durará siempre. Marcas reconocidas como Le Creuset incluso ofrecen garantía de por vida.

3. Recipientes y moldes de vidrio y cerámica para almacenar y cocinar

Tanto el vidrio como la cerámica son materiales ideales para almacenar, cocinar y recalentar alimentos, ya que no liberan sustancias tóxicas, no retienen olores y se limpian con facilidad. Son compatibles tanto con el horno como con el microondas, lo que los convierte en una opción versátil y cómoda.

También encontrarás moldes de cristal para pan, bizcochos, flanes y postres pequeños, así como vaporeras, bandejas para el horno, platos, jarras medidoras, fuentes con tapa, etc.

Considera, además, incluir el vidrio como parte de los accesorios de tus pequeños electrodomésticos.

  • Descarta el vaso de plástico que suele venir con la batidora de inmersión (minipimer) y utiliza uno de vidrio. Puedes guardar un tarro grande de una conserva o comprar algunos tarros como los que encontrarás al final de este artículo.
  • Elige una batidora de jarra de vidrio (esta es la que tengo yo)
  • Si quieres comprar una olla de cocción lenta, elige una con la cubeta de cerámica de verdad (huye de los modelos Dura Ceramic, que son de aluminio con un revestimiento antiadherente).

4. Utensilios de madera: tablas de cortar, cucharones, etc.

Los utensilios de madera son naturales, seguros y no desprenden microplásticos que terminen en tu comida. Además, si los cuidas adecuadamente, pueden durar muchos años. Elige opciones de madera maciza y evita el bambú, las tablas con listones encolados y otros utensilios elaborados con pasta de madera.

Reemplaza tus espátulas y cucharas de plástico o silicona por utensilios de madera, especialmente si los usas con alimentos calientes. Haz lo mismo con tu tabla de cortar.

Sobre este tema, aquí te explico cómo limpiar y engrasar una tabla de madera.

Otros utensilios para una cocina sin tóxicos

Si tu propósito es firme y quieres explorar más utensilios sin tóxicos, aquí tienes una selección que espero que te ayude.

Pero lo dicho, poco a poco y sin agobios. ¡Tú puedes!