Lo de la silicona en los utensilios de cocina era demasiado bonito para ser verdad y sí, yo también caí.

Prueba número 1, la foto de aquí arriba.

No hay más preguntas, señoría.

Desde espátulas para no rayar las sartenes, hasta estuches para cocinar al vapor y moldes de infinitas formas y colores, su flexibilidad y resistencia al calor parecían hacer de la silicona la solución perfecta.

Sin embargo, si lo que buscas es una cocina libre de tóxicos, es importante revisar los posibles riesgos de este material y explorar alternativas más seguras, ¡que las hay!

¿Qué es la silicona y por qué es un problema en la cocina?

La silicona es un polímero sintético formado principalmente por silicio, oxígeno, carbono e hidrógeno. Hasta aquí todo suena bastante natural. Sin embargo, los utensilios de silicona contienen además colorantes, rellenos, refuerzos y peróxidos, entre otros compuestos más dudosos.

Aunque se considera "inerte" en su forma estable —es decir, no interactúa químicamente cuando se encuentra en su estado más puro—, su comportamiento puede cambiar en función de las condiciones a las que se exponga.

Los utensilios de silicona pueden liberar más de 38 compuestos tóxicos, como dimeticonas, plastificantes, metilsiloxanos y ftalatos, especialmente cuando se someten a temperaturas elevadas.

Por ejemplo, en este estudio,

  • El 96 % de los utensilios de cocina mostró citotoxicidad, es decir, capacidad para causar daño o muerte celular: esto puede manifestarse en forma de interrupción de procesos metabólicos, daño en la membrana celular, inducción de estrés oxidativo o  activación de los mecanismos de muerte celular (apoptosis).

  • El 84 % presentó actividad hormonal: estrogénica (64 %), antiestrogénica (19 %), androgénica (42 %) y antiandrogénica (39 %). En resumen, disrupción endocrina en todas direcciones.

Curiosa y esperanzadoramente, las tetinas de biberon estudiadas (11) no presentaron actividad citotóxica ni hormonal.

Se da también la circunstancia de que no todos los utensilios de silicona responden a los mismos estándares. Los productos de silicona de baja calidad (frecuentemente importados sin controles rigurosos) pueden contener aditivos y rellenos que aumentan el riesgo de migración de sustancias no deseadas a los alimentos.

¿Indulta esto a la marca premium de silicona que tienes en mente? En mi opinión, no, pero si vas a usar silicona, por lo menos que sea de calidad.

Además, aunque muchos fabricantes aseguran que la silicona es segura para uso alimentario, la realidad es que el material puede degradarse con el tiempo, exacerbando la migración de sustancias.

Alternativas más seguras

Afortunadamente, no necesitas comprometer tu comodidad ni el rendimiento en la cocina. Aquí tienes opciones saludables, duraderas, y si me lo permites, infinitamente más bonitas.

Al final de este artículo encontrarás un montón de opciones para todos los utensilios que mencionaré a continuación.

Para remover y servir

Espátulas de madera y utensilios de acero inoxidable

Son seguros y no liberan químicos. En el caso de la madera, opta por madera sin barnizar ni tintes y asegúrate de limpiarlas y secarlas bien para evitar que acumulen humedad. Si te preocupa usar utensilios metálicos en tus sartenes, piensa que no ocurre nada siempre y cuando las sartenes sean de acero inoxidable o hierro sin antiadherente. Si no hay antiadherente, no hay nada que se pueda rayar o despreder.

Para hornear PANES Y Postres

Moldes de vidrio y cerámica

Estos materiales no interactúan con los alimentos ni liberan sustancias a altas temperaturas. Además, el vidrio es 100% reciclable y la cerámica tiene una durabilidad excepcional. Perfectos para hornear pasteles, panes, flanes y otros postres. Te durarán toda la vida, siempre y cuando no se te caigan al suelo... ;)

Para asar carnes, pescados y verduras

Bandejas y fuentes de vidrio, cerámica o acero inoxidable

Resisten altas temperaturas sin degradarse ni liberar compuestos. Son fáciles de limpiar y extremadamente duraderas. Algunas bandejas de acero inoxidable incluyen una rejilla, que es práctica para cocinar carnes que desprendan muchos jugos, como un pavo o un pollo.

Para cocinar al vapor

Vaporeras de vidrio o acero inoxidable, y fuentes de vidrio o cerámica con tapa.

Evita los estuches de silicona y opta por materiales como el vidrio, el acero inoxidable y la cerámica, que no alteran el sabor ni la calidad de los alimentos y son ideales para técnicas de cocción delicadas como el vapor. Algunas fuentes y cacerolas incorporan una tapa del mismo material, y con las vaporeras puedes emplear cualquier tapa de diámetro similar que tengas por casa.

Para HACER HELADOS Y CUBITOS DE HIELO

Moldes y cubiteras de acero inoxidable

Si bien el uso de la silicona en frío puede ser apto, prefiero decantarme por el acero inoxidable para hacer helados y cubitos de hielo. Los moldes de helado tienen forma de polo (los palitos son de madera) y las cubiteras son de lo más vintage, con una palanca para desmoldar el hielo.

Laura, es que no puedo vivir sin ella...

Si a pesar de todo decides utilizar silicona en tu cocina, ten en cuenta estos puntos:

  • Elige silicona de calidad: asegúrate siempre de que sea de grado alimentario y libre de aditivos.
  • Utilízala en frío. El único utensilio de silicona que yo sigo usando es una espátula. Hay que reconocer que nada es tan efectivo a la hora de rebañar un bol.
  • Úsala esporádicamente, resérvala para algo imprescindible, como ese pastel que horneas una vez al año y que sí o sí tiene que tener forma de conejito de Pascua (o de lo que sea).
  • No te excedas con la temperatura: no uses silicona a temperaturas superiores a 200 ºC.
  • Reemplaza los productos dañados: si la silicona está agrietada o desgastada, es hora de tirarla (y te animo a no sustituirla).
  • Evita el contacto con alimentos ácidos o grasos: pueden incrementar la liberación de compuestos químicos.
  • Sigue las indicaciones del fabricante: lee las instrucciones para asegurar un uso seguro y prolongado de los productos.