La albahaca puede crecer de un par de hojitas a todo un arbusto en solo un verano. Aquí tienes mis 5 trucos para que esto ocurra.

5 consejos para el cultivo de la albahaca

1. Riego suficiente

La albahaca no perdona, es rencorosa la tía, y no aceptará que la desatiendas ni un solo día.

Yo la tengo dentro del circuito de riego automático. Móntatelo como quieras, pero riégala. (Tampoco te pases, claro: sin encharcar).

2. El tamaño de la maceta importa

Si la tienes en una maceta pequeña, trasplántala a medida que vaya creciendo.

Otra opción es mi truco, que descubrí por casualidad. Yo la tengo en una maceta relativamente pequeña, pero debajo hay tierra, de modo que las raíces se cuelan por los agujeros de drenaje de la base y enraízan en el mismo suelo, lo que proporciona a la planta nutrientes infinitos.

3. Corta, corta, ¡corta!

Que no te dé pena: cuanto más la cortes, más frondosa se pondrá, porque de cada rama saldrán dos ramas más.

¿Por dónde hay que cortar?

Fíjate en las hojitas que hay en las intersecciones de las ramas y zas, corta el tallo justo por encima de esas hojitas.

4. Suficientes horas de sol.

Se suele decir que la albahaca necesita un mínimo de 6 horas de sol.

Si tu huerto está orientado a Mordor, quizá le cueste un poco más crecer.

5. ¡Fuera flores!

Cuando la planta empiece a echar flores, córtalas sin miramientos.

No queremos flores, queremos hojas.