Congelar en tarros y recipientes de vidrio es una opción si quieres evitar el plástico en tu congelador. Aunque no siempre es fácil ni aplicable al 100 % de los casos, es fundamental garantizar la seguridad al congelar aquellos alimentos que sí pueden almacenarse en vidrio.
¿Por qué estalla el vidrio en el congelador?
Hay dos motivos principales por lo que estallan los tarros de vidrio en el congelador. El primero, es por presión, es decir, exceso de contenido en el interior. Esto es fácil de solucionar.
El segundo, es por un cambio brusco de temperatura.
Aunque no se aprecie, el vidrio se contrae cuando se enfría y se expande cuando se calienta.
Es importante tener esto en cuenta para entender que, cuando la temperatura interior y exterior del vidrio es distinta - por ejemplo, si metes un tarro congelado en agua caliente - el vidrio se puede romper.
Consejos para congelar alimentos en recipientes de vidrio
1. No los llenes al máximo
Si vas a congelar un líquido o un alimento con salsa, no llenes los tarros o recipientes por completo. Deja un espacio de unos 3 cm en la parte superior porque los líquidos, una vez congelados, se expanden.
Lo que más se expande es el agua, así que los alimentos o recetas con más agua tenderán a expandirse más.
2. Escoge los tarros adecuados
Elige tarros rectos, que no se estrechen en el cuello. También se conocen como tarros ‘sin hombros’. Se puede congelar en tarros ‘casi rectos’, y la mayoría de las veces no pasará nada, pero tienen más probabilidades de romperse.
Además es importante usar tarros y recipientes de calidad, con un vidrio robusto.
3. No ajustes demasiado la tapa
Por lo menos hasta que el contenido se haya congelado.
4. Evita los cambios bruscos de temperatura
Esto es importante tanto al congelar como descongelar.
Si el alimento está todavía caliente, mételo primero en la nevera y, cuando esté frío, pásalo al congelador.
A la hora de descongelar, lo ideal es hacerlo en la nevera, pero a veces hay que acelerar las cosas y dejar los alimentos a temperatura ambiente. No pasa nada. Lo que no deberías hacer nunca es meter el tarro o recipiente congelado directamente en el microondas o en agua caliente.
5. No te la juegues
Si a pesar de todo, el tarro o recipiente se rompiera o agrietara, descarta todo el contenido. No merece la pena arriesgarse.
¿Qué tarros y recipientes se pueden utilizar?
Aquí tienes algunas opciones:
- Tarros de vidrio de calidad que compres específicamente para este uso. Recuerda que deben ser rectos.
- Tarros -rectos- de vidrio reciclados de conservas que hayan sido envasadas al vacío. Piensa que esos tarros han superado un proceso de esterilización, así que suelen ser resistentes.
- Recipientes de vidrio o acero inoxidable que puedas comprar en tiendas especializadas o en esa tienda grande sueca que todos conocemos. La tapa puede ser de plástico, no pasa nada, porque los alimentos no entrarán en contacto con ella.
No siempre se puede
No siempre se puede congelar en vidrio o en acero inoxidable, y no vamos a perder la cabeza por esto.
Yo suelo congelar la carne y el pescado en los paquetes compostables en los que recibo estos alimentos. Muchos productores se han puesto las pilas con este tema.
Otras veces llegan en plástico, y por el tamaño de la pieza (un rodaballo, una corvina, un pavo entero, etc.) y porque no encuentro una alternativa mejor, así se quedan, y no me fustigo por ello.
¿Y qué hay de las bolsas de silicona para congelar?
Nunca las he utilizado, pero no me gustan, aunque su uso sea en frío. Al final, la silicona no era tan inocua como parecía.
Tampoco me parecen tan prácticas de usar y limpiar (la silicona siempre queda grasienta y los alimentos adquieren un sabor extraño), y las encuentro algo caras.