Hubo un tiempo en que convencional no era sinónimo de industrializado, las frutas y verduras tenían temporadas y las manzanas no eran todas bonitas. La situación actual es, sin embargo, muy distinta.

Los sistemas de cultivo convencional, que dependen intensamente de pesticidas, herbicidas, fungicidas y fertilizantes sintéticos, están agotando los recursos y la biodiversidad del suelo, contaminando el agua que bebemos y los océanos en los que pescamos, y causando un daño irreparable en nuestra salud y la del planeta. 

Hay quien no se lo cree y hay quien no se lo quiere creer, y siento que los medios y las entidades públicas con frecuencia ignoran o minimizan este tema, en una especie de omertá. Supongo que es muy impopular y sembraría cierta alarma ir diciendo por ahí que los tomates del supermercado tienen niveles preocupantes de pesticidas.

Ojalá pudiéramos decir que no pasa nada, que la verdura de cultivo convencional es tan sana como la de cultivo ecológico, pero no es así, y ya hay estudios que lo demuestran.

Frutas y verduras ecológicas

Este metanálisis, basado en 343 publicaciones revisadas por pares*, demuestra que hay diferencias significativas en la composición entre cultivos orgánicos y no orgánicos.

* La revisión por pares es un proceso mediante el cual los científicos (“pares”) evalúan la calidad del trabajo de otros científicos. El objetivo es garantizar que se han seguido métodos meticulosos y que los resultados obtenidos aportan nuevo conocimiento.

Antioxidantes

Las concentraciones de una serie de antioxidantes (ácidos fenólicos, flavanonas, estilbenos, flavonas, flavonoles y antocianinas) son más altas en los alimentos orgánicos, entre un 19 y un 69 % más elevadas, en función del compuesto.

Muchos de estos compuestos se han relacionado con un riesgo reducido de enfermedades crónicas, como la enfermedad cardiovascular, las enfermedades neurodegenerativas y ciertos tipos de cáncer. Al final, los antioxidantes son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema inmune y las vías de detoxificación del cuerpo.

Este mejor perfil nutricional podría deberse a varios motivos, entre los que destacan:

  • Una maduración del fruto en la planta y bajo el sol, además de una cosecha a su debido tiempo, respetando el ciclo natural de crecimiento de esa fruta o verdura.
  • Una mayor indefensión de la planta frente a las agresiones normales de un campo de cultivo (insectos y pequeños animales), lo que hace que incremente sus defensas de forma natural.

Metales pesados y pesticidas

La aparición de residuos de pesticidas es cuatro veces mayor en los cultivos convencionales que los ecológicos, lo que se traduce además en concentraciones significativamente más altas de cadmio, un metal tóxico.

Los cultivos ecológicos mostraban, de media, un 48 % menos de cadmio que los convencionales.

La presencia de restos de pesticidas en frutas de cultivo convencional es además muy superior (75 %) a la presencia en vegetales (32 %), probablemente debido a que son más delicadas y también más suculentas para las plagas.

Los pesticidas usados en la agricultura convencional no son solamente tóxicos por sí mismos en determinadas concentraciones, sino que actúan como disruptores endocrinos, es decir, dificultan el trabajo vital que realizan nuestras propias hormonas. Por ejemplo, en este estudio se evalúa el efecto disruptor de los pesticidas en la adolescencia de niñas y niños, ya sea adelantándola o retrasándola, lo que puede conllevar consecuencias a largo plazo en la salud.

¿Y esto está pasando aquí?

Sí. Aproximadamente el 70 % de los estudios incluídos en el metanálisis se realizaron en Europa, principalmente en Italia, España, Polonia, Suecia, República Checa, Suiza, Turquía, Dinamarca, Finlandia y Alemania. La mayoría de los estudios restantes fueron realizados en EE.UU., Brasil, Canadá y Japón.

Este es un problema global de nuestro sistema alimentario con consecuencias a nivel planetario, especialmente en este contexto de escasez de agua y ascenso de las temperaturas medias.

Comida ecológica y desarrollo cognitivo en los niños

Este estudio de Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) analizó la asociación entre una serie de exposiciones prenatales e infantiles y el desarrollo neuropsicológico en niños en edad escolar.

Los resultados fueron claros: la ingesta de alimentos orgánicos está asociada con mejores puntuaciones en las pruebas de inteligencia fluida (capacidad para resolver nuevos problemas de razonamiento) y memoria de trabajo ( capacidad del cerebro para retener nueva información mientras se necesita a corto plazo).

El estudio utilizó datos de 1298 niños de 6 a 11 años de edad de Reino Unido, Francia , España, Grecia, Lituania y Noruega. Los investigadores observaron 87 factores ambientales a los que los niños estuvieron expuestos en el útero (contaminación del aire, tráfico, ruido, varios químicos y factores de estilo de vida) y otros 122 factores a los que estuvieron expuestos durante la infancia. Se tuvo en cuenta además el efecto combinado de todos esos factores ambientales, lo que refleja muchísimo mejor la realidad que viven nuestros niños. 

Según Jordi Júlvez, líder del estudio,

"Las dietas saludables, incluidas las orgánicas, son más ricas que las dietas de comida rápida en los nutrientes necesarios para el cerebro, como ácidos grasos, vitaminas y antioxidantes, que juntos pueden mejorar la función cognitiva en la infancia."

Está claro que un cerebro en desarollo como el de un niño es más sensible a la exposición a tóxicos que un cerebro adulto, pero no hay dosis segura de algo dañino, para nadie.  Al fin y al cabo, quién no quiere cumplir años en plenas capacidades mentales.

Cómo encontrar un productor de fruta y verdura ecológica

Hasta aquí las malas noticias. Las buenas son que cada vez es más fácil comprar productos ecológicos, que las nuevas generaciones tienen una gran conciencia medioambiental y que la tecnología nos lo pone un poquito más fácil.

Busca en Google, pregunta en la herboristería de tu barrio o investiga un poco en Instagram. ¡Hay agricultores ecológicos en todas partes! Encuentra al tuyo y averigua cómo hacer tu pedido. Algunos tienen cestas semanales predefinidas, otros te permiten añadir a tu cesta solo lo que tú quieras y muchos suelen tener también huevos ecológicos.

Un productor local será siempre la mejor opción: ecológico, de temporada y de proximidad. También suelen tener precios más asequibles que algunas tiendas especializadas en producto ecológico.

Te lo digo por si alguna vez has entrado en alguna y te has llevado las manos a la cabeza.

Si por lo que fuera no dieras con ningun productor o no te fuera bien el sistema de entrega, otras opciones son:

  • Herboristerías y tiendas de alimentación sana con sección de producto fresco
  • Grandes superficies, que cada vez van incorporando más producto ecológico fresco
  • Cestas ecológicas online de grandes empresas agrícolas con reparto a toda España

Subir el listón y alternativas para presupuestos ajustados

Es nuestra responsabilidad como consumidores exigir que se suba el listón en cuanto a la calidad y seguridad de los alimentos que consumimos. Poder comprar tomates sin pesticidas debería ser la norma y no la excepción.

Es el momento de hacer más preguntas, exigir transparencia y esperar que las empresas y las entidades públicas entiendan por fin la magnitud de la tragedia y pongan los medios necesarios para dar comienzo a un nuevo paradigma alimentario.

A menudo sentimos que no tenemos voz, pero siempre podemos opinar con nuestra compra. Dale tu apoyo y tu dinero a los proyectos de agricultura ecológica, respalda a los productores en transición y haz de este cambio tu nueva normalidad.

Dicho esto, sé que comprar fruta y verdura ecológica no está al alcance de todos los bolsillos. Si es tu caso, aquí tienes un listado de las frutas y verduras más y menos contaminadas, para que te ayude a elegir qué compras ecológico y qué compras convencional.